SAN JUAN, PR – Junio 2017 –  Desde que el Internet tumbó las barreras de la información y unió al mundo entero en una red de usuarios, el asunto de la privacidad ha sido un tema delicado, y muchas compañías han tenido crisis de relaciones públicas por compartir la información de sus usuarios con terceros sin la autorización de esos usuarios.

Todas las compañías que comparten información sobre sus usuarios tienen que incluir esa declaración en sus términos y servicios, los cuales están disponibles para el usuario en todo momento. Como en todo contrato, hay maneras de jugar con el lenguaje para acomodar los intereses de quien crea el contrato. En otros, simplemente ponen lo que no quieren que se lea en las famosas "letras chiquitas".

Desde el 2016, Google se convirtió en el rey de las letras chiquitas. En junio de ese año Google hizo un cambio muy importante en sus términos de seguridad. A partir de entonces, la información que comparte no está dividida entre la sección de DoubleClick, que monitorea los sitios que los usuarios visitan, y la sección de información personal de Google.

Google ofrece servicios de correo electrónico, redes sociales y vídeos de YouTube a sus usuarios. Para ofrecer estos servicios, Google mantiene una base de datos personales de sus usuarios cuyo fin es identificar a esos usuarios por nombre, datos demográficos, datos geográficos, y otros.

Por otro lado, en el 2007 Google adquirió la compañía DoubleClick, que usa los "cookies" de los sitios web para rastrear los comportamientos de usuarios en la Internet de acuerdo a su dirección de IP, que es la dirección de la computadora usada para la actividad y no tiene nada que ver con la persona que la está usando. Esta información se le vende a compañías que ofrecen productos y servicios, para sus esfuerzos de mercadeo.

El cambio que hizo Google fue eliminar de su política de seguridad la cláusula que decía que estas dos fuentes de información se mantendrían separadas. Por lo tanto, desde el año pasado Google le vende a terceros la información personal de sus usuarios en conjunto con sus hábitos de navegación de Internet, y lo que hacen cuando visitan los sitios Web.

Los usuarios que no desean que esto suceda, pueden acceder la sección de Control de Actividad en su perfil de Google y quitar la marca de la opción que dice "Incluir el historial de navegación y actividad de los sitios web y aplicaciones que usan Google Chrome".

¿Esto es legal? Sí. De hecho, Google es una de las últimas compañías en hacer este cambio. Facebook y otros tienen esta modalidad desde hace tiempo. Yo estoy diciéndolo desde que comencé a contribuir en los medios: nada en el Internet es completamente privado o seguro. Una vez la información sale de tu servidor privado para conectarse en la Web, hay maneras de capturarla. Ni las "nubes", ni la configuración de navegación privada en el "browser", ni cualquier otra de esas herramientas de seguridad te puede garantizar que lo que haces en el Internet sea realmente privado. Si no quieres que se sepa, no lo hagas en la Web.

Fernando Fernández,  PI, BAI, CCDI, CII, CAS

Presidente - Covert Intelligence, LLC

Fernando Fernández se dedica a la investigación privada en el Caribe desde hace más de 10 años con su compañía Covert Intelligence, LLC. Además de ser experto en investigaciones tecnológicas y de informática forense, se especializa en lenguaje corporal y micro/macro expresiones, investigaciones criminales, y ofrece seminarios sobre el arte de la interrogación. Es autor de la novela "Paradise Undercover", basada en sus experiencias en investigaciones en el Caribe.