Y DESPUÉS SE PREGUNTAN POR QUÉ ESTAMOS COMO ESTAMOS
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SAN JUAN, PR – Abril 2018 –  ¿Quién no tiene una historia de horror con una agencia de servicios en Puerto Rico? Ahora hay unos "memes” corriendo las redes sociales donde se compara hacer gestiones en nuestra isla con hacerlas en otros países. Deben haberlos visto, los de las banderitas. En esos "memes” se explica cómo en cualquier otro país simplemente te dirigen al sitio indicado y te dan el servicio que buscas. Aquí tienes que llevar quince sellos, comprobantes, certificados de todos tipos, y muchos otros requisitos ridículos que lo único que logran es entorpecer tu gestión y hacerte perder el tiempo. ¡Ah! ¡Y que no están por escrito en ningún sitio! Resulta cómico cuando uno lo lee, pero a la vez duele. Es una espinita que tenemos todos los que dependemos de agencias de gobierno y otros servicios para poder ejercer nuestro trabajo.

Lo peor es que muchas veces no se da el servicio no por los requisitos kilométricos, sino por la ineficiencia, ineptitud, holgazanería y falta de compromiso de los que trabajan en esas agencias. En muchas ocasiones llegas a buscar un documento que es público, que le pertenece al pueblo, que no requiere otra cosa que no sea pedirlo y la respuesta inmediata es un "no”. Algunas veces esa negativa se puede atribuir a la falta de entrenamiento, porque la persona en realidad no conoce las leyes que regulan lo que está haciendo. Pero estas personas, cuando tú les explicas que ese es su trabajo y que tú tienes un derecho ciudadano a esa información, buscan más allá y tratan de ayudarte. Sin embargo, son más los que simplemente no quieren dar el servicio.

Esa falta de servicio viene por varios motivos. Algunos empleados son vagos. No quieren pasar el trabajo de buscar la información requerida y tratan de zapatearse del asunto diciendo que no es posible. Otros simplemente no quieren asumir la responsabilidad de entregar documentos "por si acaso” les trae problemas. En ambas situaciones, cuando los confrontas con el conocimiento de tus derechos y de las leyes que te protegen, recurren al consabido "Ay, pues esto hay que llevarlo a la supervisora, yo no puedo”, o "Esto hay que pasarlo para arriba”. Ya no vale de nada que les recuerdes que ese servicio cae dentro de sus responsabilidades como empleados. Entonces vas a donde la supervisora y ella te sale con el mismo cuento, o peor, te dice que "no y es no” porque no quiere que la papa caliente le toque a ella. Y ahí ya no hay nadie más arriba para apelar. Termina uno en el tribunal para exigir sus derechos o para conseguir cualquier cosa.

Esta diatriba viene por una razón muy importante. Yo quiero que mi país se levante de verdad. Quiero que mi Puerto Rico eche pa’ lante ahora, no de aquí a las elecciones, no de aquí a que el congreso lo decida. Los que podemos sacar a Puerto Rico del hoyo somos nosotros, los del día a día, los que llevamos la economía de la isla en nuestros hombros. Pero, ¿cómo lo vamos a lograr con actitudes como las que describo anteriormente? Si nuestros mismos compueblanos se zapatean las responsabilidades para las cuales fueron empleados, entonces, ¿quién las va a asumir? ¡Así no se puede!

Para mantener al pequeño y mediano comerciante produciendo hay que eliminar trabas en los procesos burocráticos, no hacerlas más difíciles. Los empleados que consiguieron el puesto por palas y solo están allí para cumplir el 9 a 5 sin asumir ninguna responsabilidad, nos están estrangulando. Si la posición envuelve la toma de ciertas decisiones, ¡pues le toca a ese empleado tomarlas! Y si el caso llega a un supervisor por falta de entrenamiento del empleado, ¡pues ese supervisor debe no solo resolverle la situación al ciudadano, sino que tiene que tomar medidas para evitar que esas cosas sucedan! Cuando una solicitud de servicio cae dentro de sus deberes, un empleado no puede estar dando "peros” y buscando objeciones. Esos son puntos de servicio básicos, que se supone que lo sepan todos los que trabajan en la industria de servir.

Y hasta aquí mi letanía, que más bien es un desahogo pidiendo crear consciencia. Se nos cae el país encima. Es hora de comportarnos como ciudadanos comprometidos y ayudarnos los unos a los otros, no ponernos trabas para impedir que sigamos adelante.

Fernando Fernández,  PI, BAI, CCDI, CDRS, CII, CAS, CHS-II

Presidente - Covert Intelligence, LLC

 

Fernando Fernández se dedica a la investigación privada en el Caribe desde hace más de 10 años con su compañía Covert Intelligence, LLC. Además de ser experto en investigaciones tecnológicas y de informática forense, se especializa en lenguaje corporal y micro/macro expresiones, investigaciones criminales, y ofrece seminarios sobre el arte de la interrogación. Es autor de la novela "Paradise Undercover", basada en sus experiencias en investigaciones en el Caribe, y de la libreta "El Arte de Detectar Mentiras".

 

Para más información, o para coordinar una entrevista con Fernando Fernández, puede llamar al

787-603-4504 o enviar un correo electrónico a covertintelligence@yahoo.com.





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