Un fallo de la Corte Federal del 6to Circuito en Michigan la semana pasada dio a la policía a nivel nacional la autoridad para disparar a un perro si se mueve o ladra cuando los oficiales entran en una casa.

 

La decisión se debe a un incidente de 2013 en Michigan, donde la policía disparó y mató a dos perros mientras ejecutaba una orden de registro buscando drogas dentro de la casa de Mark y Cheryl Brown. Después del incidente, los Browns presentaron una petición al tribunal para que los oficiales y la ciudad de Battle Creek sean responsables de la muerte de sus perros.

 

Un oficial declaró que había disparado al primer perro después de que "sólo se había movido unos pocos centímetros" en un movimiento que él consideraba una "estocada". El perro luego huyó del oficial al sótano, donde fue disparado de nuevo y delicado.

 

El segundo perro fue abatido en el sótano de Brown después de que simplemente ladrara a la policía, dijeron documentos judiciales. El oficial "testificó que después de disparar y matar al primer perro, se dio cuenta de que el segundo perro estaba de pie a mitad de camino en el sótano", explicó la opinión del tribunal. "El segundo perro no se movía hacia los oficiales cuando la descubrieron en el sótano, sino que ella estaba" de pie allí ", ladrando y se volvió hacia los oficiales." El mismo oficial disparó al perro dos veces antes de que un segundo oficial " No quería verla sufrir ", así que la sacó de su miseria y disparó el último disparo", matándola.

 

"Dada la totalidad de las circunstancias y visto desde la perspectiva de un oficial objetivamente razonable, el perro representa una amenaza inminente a la seguridad del oficial", escribió el juez Eric Clay en la decisión. "El estándar que establecemos hoy es que el uso de un policía de la fuerza mortal contra un perro mientras ejecuta una orden de registro para buscar un hogar por actividad de drogas ilegales es razonable bajo la Cuarta Enmienda cuando ... el perro representa una amenaza inminente a la seguridad del oficial . "