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EL PROCESO RARO Y UN POCO DESCABELLADO DE CONTRATACIÓN EN UNA FIRMA DE INVESTIGADORES PRIVADOS
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SAN JUAN, PR – Mayo 2017 – Los y las que hacemos investigaciones privadas sabemos que somos unos entes raros. Después de todo, nuestro trabajo va en contra de muchas de las doctrinas y dogmas que nos enseñan desde pequeños para poder vivir en comunidad con nuestros semejantes de manera favorable y amistosa. Los investigadores(as) somos averiguados, jugamos con las palabras para confundir a la gente, usamos pretextos y subterfugios... En fin, aprendemos a "desaprender" lo que nuestros padres y abuelos nos inculcaron con mucho amor y cariño.

El problema lo enfrentamos cuando nos toca buscar a empleados(as) que nos ayuden en nuestra práctica de la investigación privada. Cada vez que nos vemos en la necesidad de contratar un(a) asistente, un(a) ayudante de campo, u otro(a) investigador(a), tenemos que enfrentarnos a la realidad de lo diferente que somos. La realidad es que vamos a realizar un proceso de entrevistas y evaluaciones donde vamos a buscar individuos con cualidades extrañas, pero que aún con la capacidad para usar estas cualidades en el desempeño de su trabajo, sean capaces de trazar una línea divisoria bien clara entre sus personas como investigadores(a) y sus personas como ciudadanos(as) de bien, que sean honestos(as), de buenos sentimientos y confiables.

Veamos como ejemplo las cualidades que buscamos en una persona que hace vigilancias. Contrario a lo que se espera de un ciudadano común, ese(a) investigador(a) tiene que meterse en "lo que no le importa", porque para efectos de la investigación todo puede ser importante. Tiene que rebuscar hasta el último chisme, rumor, etcétera. Si puede, hasta en la basura del investigado(a) se mete a rebuscar, a ver qué encuentra.

Por otro lado, los que fuimos bien criados sabemos que es de mala educación quedarse mirando a alguien, especialmente si esa persona no está hablando contigo. Pues los(as) investigadores(as) tenemos que saber mirar más allá de lo normal. No solo miramos hasta que la persona está incómoda, sino que miramos cada micro expresión y gesto, evaluamos cada mirada, cada movimiento inconsciente y consciente, y le buscamos la quinta pata al gato en lo que definimos qué significa cada cosa.

¿Y qué me dicen de escuchar conversaciones ajenas? ¡No solo buscamos escucharlas - si podemos las grabamos, las analizamos y después escribimos un reporte de lo que escuchamos! Y la parte más delicada del asunto puede ser la honestidad. Siempre nos dicen de chiquitos que es malo decir mentiras. En un proceso de interrogación o de entrevista, el(la) investigador(a) puede recurrir a mentiras, subterfugios, pretextos y a distorsionar la verdad como métodos para conseguir, irónicamente, la verdad de parte del interrogado(a) o entrevistado(a).

Todo esto hace que el proceso de contratación en una oficina de investigadores sea más un arte que una técnica. El o la  investigador(a) que está en el proceso de contratar a alguien tiene que utilizar todas estas herramientas para descubrir quién es en realidad la persona que está entrevistando. Si el entrevistado(a) es  buen prospecto, él o ella va a usar estas mismas técnicas contra el o la entrevistador(a). Entonces el proceso se convierte en un juego de habilidad. Mientras esto sucede, quien entrevista tiene que ser capaz de descubrir la verdadera personalidad del entrevistado(a) para determinar si es una persona de fiar.

¿Cuáles son algunas de las cualidades que buscamos al contratar? 1) Resiliencia - qué pasa cuando las cosas no salen como se esperaban. Si le amenazan en una vigilancia, ¿sigue haciéndola? Si la policía le confunde con un criminal, ¿sabe cómo trabajar la situación? 2) Tesón - no buscar hacer el mínimo, ni conformarse con el mínimo. En una investigación, la persona tiene que ser como un perro con un hueso, que no lo suelta hasta que no queda nada por roer. 3) Redacción - tiene que saber escribir, y tiene que gustarle, porque la cantidad de reportes que va a tener que preparar asustaría a cualquier secretario(a).

En conclusión, la industria de la investigación privada está compuesta por un grupo de personas raras, atrevidas, y no necesariamente "normales" dentro del contexto de la sociedad. Cuando necesitamos contratar a alguien dentro de la industria, nuestra rareza llega a niveles insospechados. Al final del día, todo es por el bien de las investigaciones, y por llegar a la conclusión perfecta: encontrar la verdad.

Fernando Fernández,  PI, BAI, CCDI, CII, CAS

Presidente - Covert Intelligence, LLC

Fernando Fernández se dedica a la investigación privada en el Caribe desde hace más de 10 años con su compañía Covert Intelligence, LLC. Además de ser experto en investigaciones tecnológicas y de informática forense, se especializa en lenguaje corporal y micro/macro expresiones, investigaciones criminales, y ofrece seminarios sobre el arte de la interrogación. Es autor de la novela "Paradise Undercover", basada en sus experiencias en investigaciones en el Caribe.

 




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